Aprender sobre nuestro cuerpo y su funcionamiento es importante. Aprender a cuidarlo no es menos importante. Ya sea manteniéndonos activos, vigilando lo que comemos, limpiándonos los dientes, buscando una forma de desestresarnos o cualquier otra rutina importante para la salud, aprendemos a estar lo más sanos posible: física, emocional y socialmente. Los beneficios de mantenerse físicamente activo y vigilar lo que metemos en el cuerpo son bien conocidos. Estar lo más sanos posible en cuanto a nuestra salud reproductiva y nuestras relaciones interpersonales es igual de importante. Algunos de los beneficios físicos de la educación sexual, como la prevención de las ITS y los embarazos no deseados, también son bien conocidos. Sin embargo, muchos de los otros beneficios, como el desarrollo de importantes habilidades emocionales y sociales, son menos conocidos. Al igual que los beneficios de mantenerse activo o de vigilar lo que comemos y bebemos, los conocimientos y las habilidades que los alumnos aprenden de la educación sexual se trasladan a la edad adulta y nos ayudan a llevar una vida más sana.
En 2020, se realizó una Revisión Sistemática de la Literatura sobre la eficacia general de la educación sexual integral [1]. El objetivo era ver qué otros beneficios existen más allá de la prevención de embarazos y enfermedades, que han sido ampliamente investigados. Se revisaron más de 218 estudios sobre enfoques educativos K-12 que se remontaban a 1990 (excluidos los que se centraban únicamente en la prevención de embarazos y enfermedades) y surgieron muchos temas comunes. Con más de 30 años de datos revisados, los resultados positivos descubiertos fueron:
- Prevención de la violencia en el noviazgo.
- Desarrollo de relaciones sanas.
- Mejora del aprendizaje social y emocional.
- Aumento de la alfabetización mediática.
- Apreciación de la diversidad sexual.
Veamos más detenidamente cada una de las ventajas.
Prevención de la violencia en las citas
Un hecho menos conocido sobre la educación sexual es su eficacia para prevenir la violencia en el noviazgo. El aumento de las habilidades comunicativas puede hacer que los alumnos muestren una mayor capacidad para manejar los sentimientos de ira. El plan de estudios puede llevar a un mayor conocimiento de las leyes, a un mayor conocimiento de los servicios para las víctimas, e incluso hacer que los estudiantes crean que tienen una mayor capacidad para rechazar el acoso sexual. Algunos estudios también mostraron una reducción directa de los estudiantes que perpetraban violencia en las citas, violencia emocional e incluso agresiones verbales. Los estudiantes también informaron de que creían tener las habilidades necesarias para intervenir si alguna vez eran espectadores de violencia en el noviazgo.
Desarrollo de relaciones sanas
A través de la educación sexual, los alumnos comprenden las relaciones sanas y las habilidades necesarias para tener una. Puede conducir a un mayor conocimiento de lo que significa tener una relación sana con una comunicación eficaz, así como de las habilidades necesarias para crear y fomentar esas relaciones sanas más adelante en la vida. Las pruebas demuestran que estas habilidades y conocimientos pueden incluso traducirse en otras relaciones significativas, como la mejora de las habilidades para las relaciones entre padres y adolescentes. La educación sexual también puede mejorar la capacidad de hablar de temas que son importantes pero que pueden ser difíciles de tratar, con los padres, la pareja e incluso el personal médico.
Mejora del aprendizaje socioemocional
Aunque se han mencionado las mejoras en las habilidades comunicativas, también hay otras mejoras en el aprendizaje socioemocional. Se ha demostrado que la educación sexual aumenta la empatía y el respeto por los demás entre los alumnos. Los alumnos también muestran una mayor capacidad para gestionar la variedad de sentimientos que experimentan los seres humanos y manifiestan un mayor sentido del autocontrol. En particular, los estudiantes pueden mostrar altos niveles de autoimagen positiva, incluida la imagen corporal, una preocupación común para los adolescentes que atraviesan sus años de formación.
Mayor alfabetización mediática
Aunque no es un objetivo declarado de la educación sexual, los programas que incluyen un enfoque de alfabetización mediática también pueden tener beneficios adicionales. Algunos estudios demuestran que los enfoques de alfabetización mediática pueden enseñar a los alumnos las habilidades necesarias para deconstruir los medios de comunicación. Además, pueden entender cómo los medios de comunicación pueden afectar a nuestro sentido del yo y a la forma en que percibimos las normas de los adolescentes. Como todos sabemos, la televisión y las redes sociales no son siempre la mejor representación de la vida normal y pueden crear en los adolescentes expectativas poco realistas.
Apreciación de la diversidad sexual
Se ha demostrado que la educación sexual aumenta la apreciación de la diversidad sexual. Por ejemplo, un estudio descubrió que los alumnos mostraban niveles más bajos de homofobia a lo largo del curso escolar. Se utilizaron menos insultos homófobos, se mostró más empatía hacia la orientación sexual de una persona e incluso se redujeron los estereotipos. Otro estudio descubrió que los alumnos también mostraban niveles más bajos de acoso homófobo. En las escuelas con educación sexual inclusiva, los alumnos afirmaron sentirse más seguros en la escuela y más conscientes del acoso que se estaba produciendo.
Está claro que la educación sexual es mucho más que aprender sobre nuestro cuerpo. Crear un entorno en el que se puedan mantener conversaciones abiertas y sinceras sobre temas difíciles de entender tiene ventajas reales. Ya se trate de empezar a comprender mejor la diversidad sexual o los signos de una relación sana, estos temas deben abordarse en un momento adecuado para la edad. Es importante que todos los jóvenes dispongan de estos conocimientos e información para garantizar que se conviertan en adultos sanos.
Escrito por: Daniel Delgado-Educador sanitario, Candor Health Education
Referencias
- S. Goldfarb y L. D. Lieberman, "Tres décadas de investigación: The Case for Comprehensive Sex Education," Revista de Salud del Adolescente, vol. 68, nº 1, pp. 13-27, oct. 2020, doi: https://doi.org/10.1016/j.jadohealth.2020.07.036.