Alegra las fiestas de tu mundo

Escrito por: Betty Barsley-Marra-Educadora sanitaria, Candor Health Education

Estamos a mediados de diciembre y nos abrimos paso entre los atascos de la primera tormenta de nieve de la temporada. Encendemos la radio del coche al son de la música navideña. La canción que suena nos dice: "Es la época más maravillosa del año". No podemos evitar preguntarnos: "¿Lo es?". Si esto le resulta familiar, no está solo. Muchos adultos sienten el peso del mundo durante las fiestas, pero ¿cómo afecta ese peso a los niños de nuestras vidas?

Es fácil tener grandes expectativas para las vacaciones. Los niveles de estrés se acumulan en un remolino interminable de debería dos, debe dos, tiene que dos, es justo dos y un largo etcétera. Muchos han tenido la suerte de pasar unas fiestas maravillosas en su infancia, lo que influye mucho en sus expectativas de repetir esa experiencia año tras año. Lo irónico es que, a veces, esos recuerdos de las fiestas pueden no haber sucedido tal y como los recordamos, por lo que, en esencia, estamos intentando duplicar una fantasía. Una tarea extremadamente difícil de repetir para los adultos, pero sobre todo para los niños... ¡y sin duda genera estrés!

Cuando los adultos, los niños y los adolescentes están rodeados de expectativas poco realistas, la situación se vuelve muy estresante y existe una relación entre el estrés y la toma de decisiones poco saludables. Es natural que una persona estresada busque alivio de la forma más fácil y rápida. Tal vez esa solución incluya una copa de vino para aguantar una fiesta navideña, un Xanax antes de salir de compras o un Ambien para despejar la mente y conciliar el sueño. Los medios de comunicación presentan con demasiada frecuencia el consumo de drogas como una forma adecuada y eficaz de aliviar el estrés y muchas veces lo convierten en una broma. Debemos recordar que una "taza de alegría navideña" no es lo mismo que una bebida para "relajarse"... y los niños lo notan. Entonces, ¿cómo gestionamos el estrés en torno a las vacaciones?

En primer lugar, recuerda que no hay fiesta "perfecta". La American Psychological Association aborda las expectativas de la siguiente manera: "Tenga expectativas realistas: ninguna Navidad, Hanukkah, Kwanzaa u otra celebración festiva es perfecta. Considere los inevitables errores como oportunidades para ejercitar su flexibilidad y resistencia. Un árbol torcido o una falda quemada no arruinarán tus vacaciones, sino que crearán un recuerdo familiar. Si la lista de deseos de sus hijos se sale de su presupuesto, hable con ellos sobre expectativas realistas y recuérdeles que las fiestas no consisten en regalos caros."

En segundo lugar, aunque no faltan consejos para prevenir el estrés navideño, sentirse obligado a poner todos esos consejos en práctica puede en realidad causa estrés. Establecer y tener expectativas realistas es una excelente estrategia de prevención del estrés, no sólo para las vacaciones, sino para la vida. Al establecer expectativas realistas como primer paso y enseñar a los niños y adolescentes de tu vida a hacer lo mismo, ayudarás a desarrollar una valiosa habilidad. A algunos les preocupa que establecer expectativas realistas desaliente las grandes ideas y los sueños. Los grandes objetivos y aspiraciones no son incompatibles con las expectativas realistas. Se puede desear y trabajar para conseguir un determinado resultado sin esperarlo.

Para consultar uno de los muchos recursos sobre el estrés navideño, visite el Centro de Recursos sobre el Estrés Navideño de la Asociación Americana de Psicología. https://www.apa.org/helpcenter/holiday-stress.aspx

Que pases unas fiestas maravillosas y realistas.

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